Fecha: 14/05/2018
Fuente: Noticias de Navarra

En un tema tan sensible como es la educación en valores de convivencia en sociedades que durante años han estado fracturadas, divididas o simplemente en generar un horizonte de tolerancia, son necesarias manos que acompañen ese proceso, durante más de 15 años Bakeola ha sido ese puente.

Bakeola nació en el año 2003 como un centro especializado en el abordaje de conflictos formado por personal académico y técnico que, alejados de cualquier significación política, promueve la construcción social de una cultura de Paz. Y trabaja con los/as agentes sociales y educativos desde una perspectiva integral. Ellos fueron los pioneros en elaborar un programa pedagógico que contaba con la presencia directa y activa de las víctimas del terrorismo, que hasta entonces habían estado fuera de la mayoría de experiencias escolares, “como si la violencia sufrida hubiese sido extraña y lejana”.

Fue mediante el proyecto Bakeaz Blai,en el curso 2011-2012, con cinco grupos de la educación formal, un total de 130 alumnos de 4º de la ESO de los tres territorios de la Comunidad Autónoma Vasca. Fue en el año 2010 cuando Bakeola toma la decisión de poner en marcha este programa pedagógico propio, que no estuviera condicionado por la confrontación pública de partidos, organizaciones e instituciones en esta materia, y cuyo objetivo principal fuera la atención y el cuidado de las personas participantes. De hecho, se promovía el encuentro entre víctimas y alumnos en un espacio o clima protector, que no necesariamente tenía que ser el aula. Aquellas iniciativas fueron un éxito y son las que han propiciado el desarrollo de otras actividades, ya a nivel institucional como el programa Adi-Adian del Gobierno Vasco.

Convertise en millonario con 55 años, ¿Cómo?
Miguel, de 55 años, lleva casado veintisiete años y tiene dos hijos de 22 y 25. Hasta el 23 de octubre de 2016 era soldador en una empresa de construcción, con un sueldo de 1.200 € al mes. Desde el 24 de octubre trabaja desde casa, ganando al mes una cantidad variable, pero nunca inferior a 5.000 €
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“Es un programa muy significativo, en el que las víctimas salen del ostracismo, no hay revanchismo y se muestran sentimientos y experiencias que ponen en valor la construcción social, de integración, de aceptación al diferente. En las que se elimina la imagen del enemigo y hay muchas palabras de respeto y agradecimiento, en las que muchos alumnos que desconocen estas historias se ponen en la piel de otros. Es muy emotivo, aunque hay una gran parte de trabajo previo y posterior”, explica Miren Harizmendi , experta en psicología social e investigadora de la UPV, que ha tenido oportunidad de participar en estas experiencias.

Miren Harizmendi es además la responsable de los programas que Bakeola desarrolla en Navarra, donde todavía no han puesto en marcha estos encuentros. A pesar de su larga experiencia en Gipuzkoa o Vizcaya, Bakeola ha comenzado a trabajar en la Comunidad Foral hace tan solo dos cursos escolares y en la actualidad ofrecen recursos y apoyos en actividades tan diversas como dar herramientas a los padres y profesores en el uso de redes sociales, prevención del bullying, juegos cooperativos, talleres de títeres o colaboraciones con el Museo del Carlismo de Estella, por sus connotaciones bélicas