Fecha: 14/01/2020
Fuente: ABC
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En los equipos técnicos de las ONG la presencia femenina es claramente mayoritaria, y el 43% de estas organizaciones ya son dirigidas por mujeres. Una representación que cambia en función del tamaño de las entidades: el 57% en las pequeñas, frente al 25% en las más grandes. Si bien es cierto que la brecha de género en las ONG es menor que en el ámbito empresarial, aún hay camino por recorrer, aunque las ONG podrían ser un referente para otros sectores en cuestión de diversidad. Esta es una de las conclusiones del informe «¿Hacia dónde va el liderazgo social? Nuevas tendencias y competencias», elaborado en el marco de la 11ª edición del Programa Esade-PwC de Liderazgo Social, una iniciativa conjunta del Instituto de Innovación Social de Esade y la Fundación PwC.

El estudio, que se realiza a partir de una encuesta a más de 450 responsables de ONG españolas, apunta que el sector debe apostar de manera más activa por la diversidad, no solo promoviendo una mayor incorporación de mujeres a cargos de responsabilidad (dirección y gobierno), sino también estableciendo mecanismos para enriquecer a sus equipos. En este sentido, el 84% de los encuestados se muestra de acuerdo con que la incorporación de las mujeres a la alta dirección aporta valor al liderazgo porque genera diversidad en la toma de decisiones. El 68% considera que esta aportación es positiva debido a las características y a los atributos distintivos del liderazgo femenino.

Para Ignasi Carreras, director del Programa Esade-PwC de Liderazgo Social y co-autor del informe, «el aumento de directivas en las ONG es un avance sustancial en relación a hace años, pero un sector donde un 70% son mujeres, debería tener más directoras generales de ONG». En esta línea, «la transformación del sector a partir de la incorporación de la mujer a cargos directivos es extraordinaria, ya que aporta nuevas competencias de colaboración, de inteligencia emocional y de influencia», explica.

Para Santiago Barrenechea, presidente de la Fundación PwC, «liderar en entornos tan complejos como los actuales no es una tarea fácil». Así, en el marco mundial de la ‘Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible’ de la Asamblea General de las Naciones Unidas y los objetivos (ODS), Barrenechea señala que «las ONG pueden y deben ejercer un liderazgo y protagonismo activo dentro y fuera de sus entidades para contribuir a la consecución de estos objetivos globales, en gran parte alineados con sus propias misiones».

Líderes innovadores y gestión del talento

Además del aspecto de la diversidad, el informe destaca la necesidad de generar también culturas más innovadoras dentro de las ONG. Actualmente, los líderes de las organizaciones del Tercer Sector no son percibidos como muy emprendedores o innovadores. Solo el 18% del sector considera que sus líderes destacan por tener estas cualidades y un 30% los define como capaces de generar cambios y adaptarse a nuevos entornos. Por ello, fomentar el emprendimiento y la innovación es fundamental, no solo por la complejidad de los retos sociales a los que se enfrentan las ONG, sino también como vía para diversificar sus fuentes de ingresos y hacer frente a las restricciones financieras.

Otro de los retos radica en el desarrollo y la gestión del talento. Según se desprende de la encuesta, pese a que entre los atributos y las competencias que más se reconocen en los líderes del sector destacan los relacionados con la inteligencia emocional; solo el 24% los definen como desarrolladores de equipos o gestores de talento, y otro 24% consideran que dirigen a sus equipos empoderando y delegando. «Existen líderes muy orientados a la acción, pero han de potenciar su dedicación y capacidades para desarrollar a los miembros de sus equipos», indica Ignasi Carreras.

Para ello, el estudio recomienda poner en práctica acciones concretas que faciliten el desarrollo de las carreras profesionales de las personas que trabajan en el sector, desarrollar las capacidades propias, generando culturas y líderes más innovadores. Todo ello debe hacerse en colaboración con otros actores, públicos o privados, con los que poder combinar competencias para innovar.

Líderes nativos digitales

Igualmente, es clave para el sector potenciar la nueva realidad digital. Los datos de la encuesta arrojan que el 100% de las ONG españolas cuentan con perfil en Twitter, el 90% con página en Facebook, el 76% tienen canal en YouTube y el 56% están presentes en Instagram. Sin embargo, la presencia digital de los líderes de estas organizaciones es muy inferior: un tercio de ellos no tiene perfil en Twitter y solo el 47% superan los 300 seguidores en esta red (el promedio de los responsables es de 2.000 seguidores, frente a los 43.500 de sus ONG).

Esta carencia de líderes de organizaciones sociales con perfil nativo digital, en muchos casos, viene motivada por una falta de formación y porque no tienen la misma cultura «natural» que otras personas de generaciones más jóvenes. El informe señala que los líderes del sector tienen aquí una oportunidad para poder convertirse en influencers y en referentes para concienciar y movilizar hacia sus causas a nuevos públicos jóvenes que se dejan atraer por estos canales.

El informe profundiza en la identificación de los 8 elementos clave para el liderazgo social del futuro: (1) visión y orientación a resultados, (2) intraemprendimiento e innovación social, (3) desarrollo de líderes, (4) liderazgo social y diversidad de género, (5) liderazgo reputacional, (6) liderazgo digital, (7) liderazgo sistémico y (8) liderazgo colaborador y generador de alianzas.