Data: 19/05/2018
Iturria : El Pais

La fotografía sobre el trabajo y el funcionamiento de las ONG españolas en 2017 retrata un techo de cristal evidente para el género femenino. El 70% del voluntariado y el 67% del personal remunerado (la mayoría local, en los países desplegados) son mujeres. La mayoría de los proyectos ejecutados también se destinan a mejorar algo la vida de mujeres en hasta 105 países, pero el 68% de las presidencias de esas organizaciones que se dedican a la ayuda al desarrollo y la cooperación en España la ostentan hombres. Es una de las conclusiones más claras del informe bianual presentado ayer y que elabora con datos internos la Coordinadora de Organizaciones de Cooperación, que representa a 17 colectivos autonómicos y a 74 ONG. Nunca hasta ahora habían dedicado un capítulo entero de su balance a estudiar la ayuda al desarrollo desde la perspectiva de género.

La primera conclusión desarrolla el perfil del personal voluntario de estas organizaciones, para ratificar que está altamente feminizado, más en España que en el resto del mundo. El balance refleja por primera vez que el porcentaje de hombres que viaja al extranjero para realizar su trabajo como voluntario de larga duración es superior al de las mujeres (50,4% frente a 49,6%). En cuanto a la edad, la mayoría de esos voluntarios tienen entre 25 y 34 años pero en el tramo en el que hay más mujeres es entre 34 y 45.

La plantilla del personal contratado y remunerado por las ONG españolas alcanzó las 7.676 personas (el 63% en el extranjero) y de las mismas el 67% son mujeres, un desnivel superior al de otros países (51%). El 62% de los máximos responsables y el 68% de los presidentes son, sin embargo, hombres.

Los encargados de analizar el trabajo interpretan esos datos en que las mujeres han sido tradicionalmente identificadas con roles comunitarios y de cuidado o atención social, con perfiles profesionales muy relacionados con la rama de humanidades y ciencias sociales. El 70% de los contratos del personal remunerados son indefinidos, ahí casi sin distinción entre hombres y mujeres, pero sí en el tipo de jornada laboral: el 10% de las mujeres cuentan con una jornada reducida, atribuyéndoles así la mayor cuota en la responsabilidad de la conciliación familiar.

Las mujeres protagonizan las ONG pero no las dirigen
Todos estos datos llevaron a confesar a Andrés Amayuelas, presidente de la Coordinadora, que en el sector de las ONG pervive un “techo de cristal” que también hay que romper. En la anterior fotografía todavía no se habían efectuado un estudio tan pormenorizado pero ahora el grupo de género de la Coordinadora ha querido impulsar una visión más feminista de ese retrato. La Coordinadora acaba de terminar también un enfoque de género y pretende aplicar un plan de ajuste tras el verano. En la junta de gobierno del colectivo hay nueve mujeres y seis hombres, pero el presidente es masculino. La anterior fue una mujer y lo será la siguiente.

Por otra parte, el trabajo empieza por remarcar que gracias a la labor de estas ONG españolas se logra llegar hasta 35 millones de personas en 105 países, especialmente de África, América Latina y el Caribe. Y que hasta un total de 2,3 millones de españoles contribuyen con sus aportaciones a las tareas de esas ONG, un 25% más que en 2013.

Recuperación lenta del sector
En la presentación, Borja Rengifo, director de Cooperación Multilateral, Horizontal y Financiera de la Agencia Española para la Cooperación y el Desarrollo, quiso destacar que tras el frenazo de estas inversiones durante la crisis se empezaba a notar ya una cierta recuperación, pero muy lenta. Esas ayudas cayeron un 73% entre 2009 y 2015 y al ritmo de financiación previsto ahora se tardarían unos 38 años en llegar al 0,7% de la Renta Nacional Bruta, un compromiso internacional adquirido por el Gobierno para 2030.

Rengifo tuvo que admitir que la buena noticia de la leve recuperación se debía sobre todo a las contribuciones particulares y a los fondos privados, que han experimentado un aumento del 44% desde 2012 frente al 2% de los públicos. En el último año computado, en 2016, los fondos privados facilitaron 327 millones de euros y los públicos 235. En total se llegó a una aportación de 563 millones, un 16% menos que hace un década en pleno Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. En los últimos ejercicios los recursos privados han crecido un 44% y los públicos un 2%, tras una década seguida de descenso.

Andrés Amayuelas remachó en esa línea que “prácticamente todo lo aportado por el Gobierno sale de la decisión de los ciudadanos al marcar la casilla solidaria en la declaración de la renta”. En 2016 fueron 59 millones.

Con todos esos recursos, las ONG españolas realizan 3.646 proyectos. El 77% de los mismos se destinan a labores de desarrollo o de acción humanitaria sobre el terreno de los países en los que se trabaja y el 23% restante son para proyectos en España de educación para la ciudadanía (6%), captación de socios y donaciones (8%) y mantenimiento de estructura (7%).