Fecha: 18/10/2018
Fuente: Begirada

Save the Children ha recordado este miércoles, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que, en Euskadi, un 9% de la población infantil vive en riesgo de pobreza severa, según datos de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales (EPDS), elaborada por el Gobierno Vasco en el 2017.

La ONG ha señalado que, en Euskadi, la infancia es uno de los colectivos “más expuestos al riesgo de pobreza, debido a su dependencia económica y a la eficacia plena de las políticas de prevención y protección”. Así, ha indicado que en los hogares donde vive algún menor de 14 años, la pobreza es superior al nivel que se estima para la población en general, y la tasa de pobreza infantil relativa sigue siendo mucho más alta que la que se estima para la población en general: un 20% frente a un 10,8%.

Además, ha destacado que la población infantil con mayores tasas de pobreza relativa en Euskadi coincide con los hogares monoparentales y extranjeros, que son “los que más han sufrido” la crisis económica.

“La pobreza tiene un impacto negativo en la vida y las oportunidades de desarrollo de estos niños y niñas a medio y largo plazo”, ha advertido la directora de Save the Children en Euskadi, Eva Silván, para añadir que, “sin una mayor inversión, ni voluntad política, muchos niños y niñas heredarán la pobreza de sus padres y serán condenados a la exclusión”.

El coste medio para criar un hijo en condiciones “adecuadas y dignas” en Euskadi es de 626 euros mensuales, pero “muchas familias no consiguen hacerse cargo de todos los gastos familiares como la vivienda, educación y salud, teniendo en cuenta que estas han aumentado mucho durante los últimos años”, ha dicho Silván.

Ante estos datos, Save the Children ha pedido finalizar el proceso de reforma de la actual Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y que esta reforma incluya un mejor tratamiento a las familias con menores a cargo, por ejemplo, garantizando una cuantía de 120 euros para todos los menores a cargo, eliminando así su carácter regresivo o introduciendo en todas las circunstancias el criterio del interés superior del menor para determinar la suspensión o extinción de la RGI.

Además, la ONG ha señalado que la educación es “clave para reducir las desigualdades sociales y romper el ciclo de pobreza entre padres e hijos”. Por ello, ha considerado que se debe “incidir en la reducción de la tasa de abandono escolar especialmente entre el colectivo de niños con menos oportunidades y en favorecer el acceso a la Educación de 0-3 años para todos”.

También ha pedido un Plan específico para acabar con la segregación educativa, ya que ésta “perjudica excesivamente a las niñas y niños más vulnerables, mientras que no favorece a los más aventajados”.

Durante 2017 Save the Children atendió a 8.466 niños y niñas en riesgo de exclusión social y a 669 familias. La organización realiza actividades de refuerzo escolar y de ocio y tiempo libre, realiza reparto de material escolar y facilita ayuda psicológica y terapia psicosocial involucrando a las familias.